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06 febrero 2008

ARQUITECTURA: Manifiesto contra la demolición del Teatro Romano de Sagunto

"Se trataba de una fina exploración de los límites de la intervención arquitectónica sobre la ruina"


Imagen dónde pueden observarse
las ruinas originales con
la última intervención.








Sagunto constituye un Conjunto Monumental de primer orden, donde las manifestaciones arquitectónicas y artísticas reflejan su importancia a lo largo de las épocas y los estilos artísticos: asentamientos desde la Edad del Bronce, población ibérica que comerciaba con fenicios y griegos, tierra conquistada por los cartagineses, dominio de Roma, más tarde musulmana y finalmente recuperada por cristianos.

Dicho resumen nos da una idea del alto valor en restos arqueológicos y artísticos que legó la historia. Quizá de todos estos destacan el Castillo o Conunto amurallado, las iglesias medievales y el emblemático Teatro Romano de Sagunto.

El teatro se fue deteriorando a lo largo de los siglos y, como tantas otras obras de la antigüedad, fue expoliado para “reciclar” sus materiales y elementos arquitectónicos en las construcciones de la ciudad. A eso se le sumó el hecho de estar vinculado al castillo sufriendo destrucciones varias en los ataques militares. Siglos después, ya más cercanos a nuestros tiempos, se realizaron numerosas intervenciones de ordenación y reconstrucción con el propósito de consolidar los restos. La última, que apostó por rehabilitar el espacio devolviéndole su funcionalidad, despertó odios y pasiones que aun se arrastran hasta hoy en día.
Desde entonces, el Teatro ha devuelto a los ciudadanos, sobre todo a los saguntinos, un espacio cultural y escénico pero también económico.

En 1993 se inició el litigio judicial contra la rehabilitación del Teatro que el Tribunal Supremo, 20 años más tarde y en función de la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985, ha dictaminado el derribo de ésta última intervención alegando que era en realidad “una reconstrucción sobre las ruinas auténticas”.

El mero hecho sienta un precedente preocupante quizá en este caso más, pues el acto no guarda, en realidad, una relación directa con el debate patrimonio – arquitectura – rehabilitación, que si bien la última actuación tiene tanto defensores como detractores, es un hecho que el Teatro figura en numerosas guías de arquitectura internacionales y fue finalista de los prestigiosos premios europeos Mies van der Rohe.
Se trataba de una fina exploración de los límites de la intervención arquitectónica sobre la ruina, superando la lectura romántica del monumento. Teniendo en cuenta la cantidad de obras ilegales que perduran impasibles, sin ser demolidas, se debería contemplar algún tipo de medida contra la “reversión” del Teatro.

Ref.
con-forma@.arquitecturaemergente [http://con-forma.blogspot.com/2008/01/teatro-romano-de-sagunt-val.html]

Fuente: Centro de Enlace AE, BCN