Imagen: Fábrica de TabakaleraDurante los pasados días 6 y 7 de junio, Tabakalera ha sido objeto de discusión de unas jornadas de debate sobre nuevas arquitecturas para la cultura. Cuando está a punto de lanzarse el concurso arquitectónico para la renovación de Tabakalera, las jornadas se han convertido en un pretexto para reflexionar sobre las posibilidades que permite la viaje fábrica para convertirla en nuevo espacio cultural.
En palabras del comisario de las Jornadas, el arquitecto donostiarra Iñaki Ábalos, «el diálogo entre arte y arquitectura ha entrado en un nuevo dominio, más abierto, menos ensimismado, más respetuoso con el público y con la obra de arte, pero también más respetuoso con aquellos espacios dedicados a la exposición de piezas artísticas e instalaciones que el público ha ido identificando como apropiado». También destacó que «estas jornadas están basadas en el encuentro de la tríada formada por el arte, la arquitectura y la sociedad».
Moderadas por el propio Ábalos, las conferencias han contado con la participación de ocho reconocidos arquitectos con experiencia en proyectos de reconversión de edificios antiguos para su uso cultural. Es el caso del holandés Michiel Riedijk -creador del Centro de Artes Escénicas de Lovaina y del Instituto Holandés para el Sonido y la Visión-; el alemán Finn Geipel -arquitecto que transformó una base submarina en Saint-Nazaire en centro de arte y música contemporáneos-; el estudio ICA Arquitectos, con Iñaqui Carnicero, Ignacio Vila y Alejandro Vírseda, quienes han intervenido en el centro Matadero de Madrid; o el arquitecto catalán Josep Llinás, autor de la Biblioteca Can Ginestar de Sant Just Desvern (Barcelona). También intervendrá la polaca Renata Sentkiewicz, especialista en arquitectura y paisaje.
El arquitecto Michiel Riedijk destacó que «este edificio tiene muchos elementos sorprendentes y me parece apasionante la tarea de saber cómo reinterpretarlos». En su opinión, Tabakalera tendría que empezar por «elaborar una historia», en la que se primen «las relaciones» con el contiguo parque Cristina Enea, con el río, con la catedral del Buen Pastor, con el centro urbano, en definitiva, puntos que se ven desde el tejado del inmueble. Es «una panorámica que habría que poner en valor de alguna manera», indicó.
Iñaki Ábalos subrayó que «cuando se conoce el edificio sorprende lo abierto que está a diferentes interpretaciones y estrategias».
El arquitecto Alejandro Vírseda se refirió al proyecto situado en el complejo Matadero de Madrid, un proyecto con claros punto de unión con el de la vieja fábrica donostiarra, ya que el antiguo Matadero de Madrid es un espacio fabril que han querido transformar en un gran centro dedicado a la cultura y que a su vez sirva para dinamizar y regenerar su entorno.
Vírseda relacionó este proyecto con los del centro Pompidou y el Palais de Tokyo, de París y la Fábrica de Pompeia, de Sao Paulo. Todos estos proyectos tienen en común que han funcionado como importantes revitalizadores urbanísticos, sociales y culturales. Vírseda remarcó como claves, a la hora de desarrollar el proyecto, la de preservar la memoria histórica del edificio así como respetar el edificio preexistente para, al mismo tiempo, crear unos espacios versátiles y flexibles.
La arquitecta polaca Renata Sentkiewizc se centró durante su intervención en la importancia que tiene la relación entre el entorno natural y la arquitectura y comentó el proyecto que se ideó en su día para Cristina Enea reforzando su accesibilidad y su relación con la ciudad.
Las jornadas fueron cerradas con la intervención del arquitecto catalán Josep Llinás y una mesa redonda. Durante esta, los invitados coincidieron en las grandes potencialidades del edificio aunque señalaron su déficit: la visibilidad y accesibilidad respecto a la ciudad, un campo a trabajar y que, al solucionarse, convertirá a Tabakalera en un icono.
Ref.
Tabakalera Centro Internacional de Cultura Contemporánea [www.tabakalera.eu]
Fuente: Centro de Enlace AE, BCN
